El 18 de julio de 1909 falleció Carlos VII en el hotel Excelsior de Varese, en el que pasaba sus vacaciones de verano, víctima de un accidente cerebro-vascular. Inmediatamente después de su muerte, el derecho sucesorio pasó a su hijo Don Jaime de Borbón y Borbón-Parma, su único hijo varón.
Al asumir las responsabilidades dinásticas, Don Jaime abandonó el ejército ruso, en el que alcanzó el grado de coronel de húsares, y dividió su tiempo entre Paris, su residencia, principal, y Austria, donde había heredado de su madre el palacio de Froshdorf, que había pertenecido al conde de Chambord, Enrique V de Francia, tío de su madre Doña Margarita.
Para dar a conocer su imagen entre el pueblo carlista como nuevo ostentador de los derechos legítimos al trono, y también para proporcionar un retrato que pudiera exhibirse en los numerosos Círculos Carlistas existentes en toda la geografía nacional -a partir de entonces Círculos Jaimistas-, en 1910 Don Jaime se realizó una serie de fotografías de estudio, probablemente en Paris, vestido con uniforme de capitán general del ejército carlista, luciendo el toisón de oro, la banda y placa de la Orden de Carlos III y una serie de condecoraciones ganadas en el ejército zarista.
Según información que nos proporciona nuestro querido y docto amigo Javier Mª Pérez-Roldán, en el periódico El Imparcial del 31 de mayo de 1910 se publicó la noticia de que don Jaime había encargado un uniforme de Capitán General igual al que llevaba su padre. Y en El Correo Español de fecha 17 de julio de 1910 se recoge una misiva mandada por Francisco M. Melgar desde París, el 15 de junio de 1910, en la que hace referencia a como pocos días antes se le había entregado a don Jaime el uniforme de Capitán General, anunciando que en breves fechas se le haría entrega de una espada toledana pagada por suscripción popular.
En cualquier caso, la primera noticia que hace referencia a las fotos de don Jaime vestido como Capitán General aparece en El Correo Español de 28 de noviembre de 1910, en el que se publica un anuncio de venta de las fotos convertidas en postales.
Todo ello nos lleva a pensar que la serie de fotos a las que nos venimos refiriendo, o bien se realizó en Paris a principios de junio de 1910 -como nos inclinamos a pensar- o bien se realizó en Austria (quizá en Frohsdorf, Viena o Graz) entre finales de junio y principios de noviembre de 1910.
Esta serie fotográfica de Don Jaime, prácticamente las únicas fotos de Don Jaime con uniforme español y carlista que se hizo -dado que en las demás suyas aparece generalmente con el uniforme de húsar ruso- se han ido reproduciendo en revistas y libros, y también vendiéndose como postales, algunas veces coloreadas manualmente para subrayar algunos detalles, en particular la boina roja como prenda identitaria del Carlismo.
Además de ello, estas mismas fotografías, precisamente por ser las primeras y más icónicas del nuevo Pretendiente, fueron utilizadas como base por algunos pintores para realizar retratos al óleo, destinados normalmente a presidir los salones de actos de los mencionados Círculos.
Entre estos retratos al óleo destacan los dos realizados por el pintor Luis Martí Gras -el primero para el Círculo de Vich, fechado en 1910, y el segundo para el Círculo de Barcelona, de 1911-, y el pintado por Carlos Vázquez Úbeda en 1911, reproducido en cientos de cromolitografías que lo popularizaron.
Tanto los originales de Martí Gras como el cuadro original de Carlos Vázquez Úbeda se encuentran en paradero desconocido. De los dos primeros sólo conocemos fotografías en blanco y negro y mala calidad, que no nos permiten apreciar los detalles, aunque son suficientes para identificar en qué fotografías concretas se inspiró el uno y el otro.
Del de Carlos Vázquez conocemos las cromolitografías, que reflejan fielmente el cuadro original, y que podemos ver en el Museo Carlista de El Escorial o en el Museo del Carlismo de Estella.
Es en este contexto en el que resulta particularmente relevante la aparición e incorporación al Museo Carlista de Madrid de un excelente retrato de Don Jaime, carente de firma y fecha, pero realizado con toda probabilidad en ese mismo período de 1909-1910.
El retrato, realizado al óleo sobre lienzo, de bella factura y atribuible sin duda a un pincel experto, tiene unas dimensiones de 91 cm de alto por 75 cm de ancho. Don Jaime aparece sentado en un sillón de brazos de madera, en posición de perfil y con la cabeza ligeramente ladeada para mirar al espectador, sujetando el sable que sostiene entre sus piernas, luciendo casaca azul con los entorchados y fajín de Capitán General, y pantalón grana con banda dorada.
La boina roja, de alto valor simbólico, presente en alguna de las fotografías, y en el retrato pintado por Carlos Vázquez, está ausente en este caso, como falta también en el retrato de Martí Gras para el Círculo de Vich, a diferencia del que realizó para el de Barcelona, en el que Don Jaime la sujeta entre las manos.
Sin que podamos afirmarlo con rotunda seguridad, pero con las garantías que ofrece hoy la inteligencia artificial, podemos presumir que el cuadro sobre el que nos estamos centrando se trata en realidad del mismo retrato realizado por Martí Gras para el Círculo de Vich.
Es cierto que entre el cuadro ahora aparecido y la fotografía que conocemos del de Martí Gras parece apreciarse alguna diferencia, particularmente en el pelo o peinado de Don Jaime, que no en el resto de los detalles, pero tal diferencia es más un efecto de la mala calidad de la fotografía que una diferencia real. Sometidos ambos cuadros a una superposición de imágenes mediante una aplicación de IA, el resultado, con plena coincidencia de proporciones, permitiría concluir que se trata del mismo cuadro.
La recuperación del importante retrato de Don Jaime de Borbón realizado por el pintor carlista barcelonés Luis Martí Gras en 1910, si damos por buena nuestra atribución, es una magnífica noticia. En cualquier caso, cabe felicitarse por el feliz hallazgo o reencuentro de un extraordinario retrato, sin duda uno de los tres o cuatro mejores que se realizaron de Don Jaime de Borbón y Borbón-Parma, rey legítimo para los carlistas durante algo más de dos décadas: el período comprendido entre 1909 y 1931, en los años en los que el Carlismo fue temporalmente conocido como Jaimismo.
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