Retrato de un jefe carlista, el dibujo de Luís López Piquer descubierto por el Museo Carlista de Madrid
El mercado del arte y las antigüedades depara en ocasiones sorpresas, como es el caso estos días del descubrimiento de un nuevo retrato de un carlista realizado a lápiz y carboncillo por el famoso pintor Luís López Piquer, y del que hasta la fecha no se tenía noticia.
Luís López Piquer fue, como su hermano Bernardo, hijo del valenciano Vicente López Portaña (1772 –1850), pintor de cámara de Fernando VII -posición en la que sustituyó a Goya-, artista favorito del monarca y acaso el mejor retratista de la historia de la pintura española.
Vicente López fue también el pintor preferido del Infante Don Carlos María Isidro, futuro rey carlista, que le eligió como profesor de dibujo y pintura para sus hijos. Además, Don Carlos le encargó en 1818 la creación de una escuela de dibujo para niñas y jóvenes. Así, durante la década de los años veinte, Vicente López se convirtió en visitante asiduo al Cuarto del Infante.
En 1834, durante la purga que los liberales llevaron a cabo en la Corte de elementos sospechosos de filocarlistas, los comisarios responsables le calificaron de desafecto y carlista, aunque finalmente prevaleció la opinión de la superioridad. Está claro que la Reina Regente María Cristina no quería prescindir de quien, junto con Madrazo, representaba la cumbre de la pintura española de su tiempo.
Vicente López era ferviente monárquico, aunque se acomodó fácilmente al moderantismo isabelino. A diferencia de él, sus hijos Bernardo (1801-1874) y Luis López Piquer (1802-1865), con plaza de pintores ayudantes en la Casa Real desde 1824, no pudieron escapar de la depuración de la Regente por sus claras simpatías carlistas.[1]
Mientras Bernardo continuaba trabajando en la Corte, en 1830 Luis fue pensionado para estudiar en Roma durante cinco años, sin que ello supusiera pérdida de su sueldo de ayudante. En 1834, estando aún en la Ciudad Eterna, le llegó el nombramiento de teniente director de pintura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. En algún momento, sin embargo, se incorporó al campo carlista, como lo había hecho previamente su hermano Bernardo, si bien es poco lo que se conoce de sus vicisitudes en este período, en el que algunas fuentes de extranjeros que se unieron a las filas de Don Carlos citan un tal Luis López, pintor, acompañando al Cuartel Real en el las campañas del Norte.[2]
El historiador carlista Melchor Ferrer afirma, tanto de Bernardo como de Luís, que ambos sirvieron en el ejército carlista a las órdenes de Cabrera. De Luís López precisa que “estuvo en el Ejército de Aragón, a las órdenes de Cabrera, mejor dicho, en el Estado Mayor de Cabrera. Dibujó un álbum de todos los uniformes del Ejército de Aragón. Bien dibujados”[3]. Sin embargo, esta información es incorrecta, ya que en el mencionado álbum -que sin duda se refiere a “Cabrera y su Ejército. Álbum de las tropas carlistas de Aragón”, publicado en Madrid en 1844-, los dibujos aparecen firmados por “C y G” y litografiados por J.A López -que no era Luís López Piquer-, y la Litografía de los Artistas de Madrid.
Lo que sí es seguro es que Luís López estuvo con Cabrera, al que retrató del natural en 1835. El dibujo original se conserva en la Biblioteca Nacional y de él se realizó un grabado litografiado en París, uno de cuyos ejemplares, dedicado por el propio Conde de Morella, se conserva en el Museo Carlista de Madrid.
Retrato de Ramón Cabrera, por Luís López Piquer
Acabada la guerra carlista, Luís López pasó a Francia, donde contrajo matrimonio con Virginia Mevil Duval[4] y se estableció en París. Allí sabemos que dibujó otros retratos del general Cabrera, litografiado alguno por Nicolas Eustache Maurin y otro, conservado en el Museo Carlista de Madrid y con una dedicatoria del propio Cabrera a su ayudante Víctor González de la Llana, litografiado por C H Vogt y fechado en 1848.
Retrato del Conde de Morella, con dedicatoria autógrafa del propio Cabrera, realizado por Luís López Piquer en Paris en 1848. Museo Carlista de Madrid
En París realizó también una serie de retratos para el Álbum original de retratos históricos de Doña María Cristina de Borbón, concretamente los del Conde de Yumuri, Pedro de Egaña, José de la Cruz, Dionisio Mondéjar, N. Mencos, el presbítero José Fulleda, Antonio Alcalá Galiano y los generales Leopoldo O´Donnell, José Orive y Ramón María Narváez.[5]
En 1845 realizó un retrato de Carlos María Isidro de Borbón, que por entonces vivía exiliado en Bourges (Francia). También se le atribuye un retrato de Bernardo Francés Caballero (1774 - 1843), arzobispo de Zaragoza y decidido carlista
En 1850, Luís López Piquer volvió a España con su esposa, y residió en Madrid, donde siguió pintando, alcanzando renombre en la era isabelina por sus cuadros historicistas y de carácter religioso. Falleció en la capital el 5 de junio de 1865 a los 63 años de edad.
El retrato de un jefe carlista ahora descubierto hay que enmarcarlo o bien durante la Primera Guerra Carlista, en los días en que formó parte de las filas de Don Carlos y dibujó al general Cabrera, o bien durante su residencia en Francia, cuando siguió en contacto con los círculos carlistas en el exilio. Se trata de un dibujo a lápiz y carboncillo en un papel tamaño cuartilla (16x23 cm), y firmado en su ángulo inferior derecho, en el que se aprecia la maestría de su autor. Tras su adquisición en una almoneda valenciana, que desconocía su origen, ha entrado a formar parte de los fondos del Museo Carlista de Madrid, de San Lorenzo de El Escorial.
Firma de Luis López Piquer en el dibujo ahora descubierto
Respecto a la identidad del retratado, nada hay en el dibujo que nos permita dar con ella. Repasando los grabados que hemos podido encontrar en los libros publicados en la primera mitad del siglo XIX que forman parte de la biblioteca del Museo Carlista de Madrid, así como las galería de personajes de aquella época que se encuentran en internet, nuestra apuesta es que podría tratarse de un retrato del general Vicente González Moreno, jefe de Estado Mayor del ejército carlista. En nuestra opinión, existen ciertas similitudes tanto fisonómicas como de uniformidad con el grabado de González Moreno que aparece en el Tomo II del libro Galería Militar Contemporánea publicado en 1846, y es más que probable que Luís López Piquer tuviera oportunidad de conocerle personalmente en el Norte durante la Guerra o en el tránsito por el Maestrazgo de la Expedición Real, y que el general carlista estuviera entre las principales figuras del campo carlista que el pintor eligiera para retratar. Caso de ser él el personaje retratado, el dibujo debió realizarse durante la guerra y no en el exilio francés, ya que González Moreno, que se opuso al Convenio de Vergara, fue asesinado en Urdax el 6 de septiembre de 1839.
Esta presunta, y desde luego discutible, identidad, no es avalada por un especialista como nuestro amigo Alfonso Bullón de Mendoza, que cree que el personaje retratado por Luís López no tiene suficiente parecido y aparenta ser más joven que lo que por entonces era el general González Moreno, que andaría por los sesenta años de edad. En cualquier caso, es difícil juzgar, puesto que si conociéramos más retratos del general carlista es posible que existieran notables diferencias entre ellos, como ocurre entre los de otros personajes de la época como Zumalacárregui o el mismo Cabrera al que Luís López retrató.
Mostramos aquí el grabado de Vicente González Moreno al que nos referimos -girado para que la posición coincida con la del retrato de Luís López- , para que el lector pueda formarse su propia impresión.
Retrato del personaje desconocido firmado por Luís López y grabado de Vicente González Moreno publicado en la Galería Militar Contemporánea.
Otro experto, como es nuestro también amigo Iñaki Urricelqui, considera que el retratado podría ser José María Orbe y Elío, III Marqués de Valdespina, y aduce para ello el parecido con el retrato que de él pintó Isidoro Magues. También en este caso podría encontrarse algún parecido fisonómico, y claramente en la uniformidad. De nuevo, la hipótesis queda abierta para el debate.
Comparación del retrato del III Marqués de Valdespina realizado por Isidoro Magues (girado), y del personaje desconocido dibujado por Luís López
La Biblioteca Nacional conserva otro retrato al carboncillo, sin firma, que Ángel M. de Barcia considera obra de Luís López Piquer y que, en la opinión del autor de “Catálogo de la colección de dibujos originales de la Biblioteca Nacional”, probablemente represente a un jefe carlista. La similitud de rasgos artísticos y técnica con la del retrato ahora localizado parece clara. Yendo más allá de la hipótesis de Barcia, nos atrevemos a aventurar que el retratado en ese dibujo de la Biblioteca Nacional es el propio Luís López Piquer, si lo comparamos con la imagen del pintor que figura en la serie de vitolas sobre pintores españoles que realizó la empresa tabaquera de los puros Álvaro.
Dibujo atribuido por Barcia a Luis López Piquer. Biblioteca Nacional
Imagen de Luis López Piquer en una vitola de puros Álvaro
Sería muy deseable poder identificar, en el caso del dibujo que ahora estamos comentando, quién es el representado, para lo que agradeceríamos cualquier información que pudiera proporcionársenos.
El retrato de un carlista dibujado por Luís López Piquer, constituye un hallazgo de gran interés. No solo para el conocimiento de la obra del gran pintor valenciano y, desde un punto de vista biográfico, la confirmación de su vinculación a la causa de Don Carlos, sino por lo que supone de enriquecimiento de la iconografía carlista de la Primera Guerra, de la que, si bien conocemos abundantes grabados, son pocos los dibujos originales que se conservan.
[1] Antonio Manuel Moral Roncal: ¡El enemigo en Palacio! Madrid: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá, 2005. p. 166 [2] Moral Roncal, Antonio Manuel: ¿El enemigo en Palacio! Op. cit. p. 167 [3] Citado por Felipe Cortines Murube: Un lector y un pintor. ABC (Sevilla) de 1 de febrero de 1949. P. 15 [4] José María Valverde, al transcribir el testamento de Vicente López, escribe el apellido de su nuera como Membrill en lugar de Mevil. [5] En la actualidad el Álbum se ha perdido como tal, conservándose diecisiete de los cuarenta retratos en el Museo del Romanticismo de Madrid.
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